- La crisis como oportunidad de repensar la realidad y nuestra praxis
La crisis nos pueden hacer mejores, es en los momentos de crisis cuando percibimos y somos conscientes del valor de muchas cosas.
La crisis es una oportunidad para repensar el mundo en el que vivimos, así como para repensar el modo en el que participamos en la realidad social. Cuando hay crisis el conocimiento nos apabulla, hay que mezclar el conocimiento con otros elementos.
- La crisis ha puesto en crisis ciertas convicciones
El individualismo (no hay tiempo ni ocasión para las relaciones personales, sociales, el sindicalismo, el asociacionismos, etc.) junto con la contemplación de que sólo se puede trabajar y consumir, hace visible que no tenemos una sociedad sana.
Unido a lo anterior, la crisis también pone de relieve que no se puede pensar que la política es sólo de los políticos profesionales, una visión así tiene consecuencias nefastas para la sociedad, la convivencia y la justicia.
- El lugar y el papel social del voluntariado en tiempo de crisis
Estamos mercantilizando cada vez más en nuestra sociedad, lo que no tiene precio no vale nada. No es preferible una sociedad de personas pasivas que sólo consumen y exigen al estado lo que ellas no hacen. El voluntariado ha sido pionero localizando las nuevas necesidades y debería evitar ser instrumentalizado.
El peligro público del voluntariado es que hagamos de manera más barata lo que debería hacer el Estado.El Estado abusa muchas veces de las asociaciones civiles, la crisis agudiza estos problemas. El voluntariado puede generar utopía social, de esperanza, de promotor de símbolos, de alianza con las victimas.
- La identidad del voluntariado afectada por la crisis
La crisis nos hace cuestionar nuestro modelo de vida, por insostenible. En este sentido, las personas voluntarias tienen que ser las primeras que tienen que darse cuenta que hay que cambiar.En los momentos de crisis nos damos cuenta de que afrontamos mal la crisis porque pensábamos que con un trabajo un buen sueldo ya no necesitamos de nadie...
Las raíces del voluntariado han de ser mucho más sólidas que hasta ahora, Lo urgente no deja tiempo para lo importante. La solidaridad no puede ser restringida. Soy solidario con mi familia y nada mas, ¿con el resto me desentiendo?: EL COMPROMISO TIENE QUE ABRIRSE.
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